A estas
alturas no es de sorprender que tengamos secuelas de adaptaciones cuya obra
original nunca tuvo una segunda parte (por ejemplo 300: El Nacimiento de un Impero el año pasado), lo cual por si solo
hace que las expectativas que se puedan tener se vean reducidas, pero en el
caso de La Dama de Negro 2 tal vez
esas bajas expectativas ayudan a disfrutar lo que esencialmente es una continuación
innecesaria pero que no por ello deja de ser bastante bien lograda y
entretenida de lo que uno podría imaginar.
En La Dama de Negro 2 se sitúa durante la
segunda guerra mundial, es así que nos encontramos con Eva Parkins (Phoebe Fox),
una maestra que se ve obligada a evacuar Londres junto con sus alumnos tras los
constantes bombardeos aéreos con los que se ve afectada la ciudad. Eva y sus
niños son llevados al misterioso pueblo de Crythin Gifford, pero lo que la
joven maestra y sus pupilos hallaran en el poblado pueda que sea aun más
peligroso y aterrador que los propios estragos de la guerra.
La
productora Hammer Films se encuentra en su zona de confort con este proyecto,
es decir con una película de terror “de época” que probablemente no debería tener
una secuela, pero si alguien ha demostrado ser competente en ese muy especifico
genero, esa es Hammer Films (vean su serie de Drácula protagonizada por Saruman/Conde
Dooku Cristopher Lee como un buen ejemplo). Si bien es cierto la naturaleza
de secuela del film (por si el “2” en el titulo les resulta demasiado sutil),
la cinta logra hacer algo que siempre es de admirarse cuando se habla de la
segunda parte de una historia: expande el material original presentándonos su
mundo con mayor detalle pero al mismo tiempo es lo suficientemente competente y
bien estructurada como para ser valorada por sus meritos propios; o en términos
mucho menos mamones rebuscados: no se necesita ver la primera cinta para
disfrutar de la segunda y de hecho, en una instancia que no recuerdo haber
notado nunca antes, es recomendable ver esta segunda parte sin conocer la
primera.
Tal vez sea
porque la primera cinta de La Dama de
Negro hizo un trabajo bastante bueno en presentar su historia y es por eso
que esta secuela se ve con el problema de encontrar nuevas formas de despertar
el interés del público, tomando en cuenta que el misterio en el que gira la
trama ya ha sido resuelto en la película anterior, y para lograrlo se aferra
fuertemente a los nuevos personajes que nos presenta. La atención se centra en
el personaje de Eva e incluso trata de formar un misterio alrededor de su
pasado que, si bien ayuda a darle profundidad al personaje, no resulta tan
interesante como el propio pasado de La Dama de Negro que ya se exploro
anteriormente.
El reparto
nos da una actuación buena aunque todos los personajes (con excepción de Eva y
los niños a su cuidado) cargan con el mismo problema: todos ellos parecen ser
requerimientos para llenar una cuota en cuanto a personajes en una película de
terror y fuera de ello no aportan nada verdaderamente importante. El personaje
interpretado por Helen Mc Crory más que dar valor a la historia, parece tener
la única función del personaje escéptico que no cree en lo sobre natural; por
su parte el personaje de Jeremy Irvine solo tiene la función de ser el interés
amoroso de la protagonista y nada más.
La película logra
crear un muy buen escenario, que si bien no es nada nuevo logra crear esa
atmosfera de “casa embrujada” que es idónea para este tipo de historia de
fantasmas. Si no está roto no lo arregles. Pero la pregunta importante aquí es
¿La película da miedo? Más o menos. Cada escenario y situación logran crear un
sentimiento de tención que verdaderamente pone al publico a la expectativa pero,
para bien o para mal, esa expectativa siempre termina en un susto “fácil”, un “jump
scare” que es más acentuado por imagines inesperadas y repentinas acompañadas
por un sonido fuerte, lo cual puede ser efectivo (o tal vez sea solo porque yo
soy un cobarde) pero al ser el único truco con el que cuenta el film para
espantar, su efectividad va devaluándose muy rápidamente.
A final de
cuentas La Dama de Negro 2 funciona
como una producción independiente más que como una secuela, lo cual para mí es
un merito que no se consigue fácilmente cuando hablamos de una película y
sobretodo una de terror. Puede que la producción no sea verdaderamente
innovadora, pero es lo suficientemente entretenida para pasar el rato.
Además de
los lunes también odio las corridas de toros. Esto lo digo con un poco de
conflicto, no mi opinión sobre este “deporte” (ya llegaremos a eso) sino por
como pueda hacerme ver eso. No, no me consideraría un amante de los animales,
tampoco un psicópata que tortura animales por diversión, pero cuando escucho
algo sobre una protesta en contra de las corridas de toros lo primero que me
imagino es a un montón de hippies sucios con demasiado tiempo libre y si algo
no soy es un hippie, sucio y con mucho tiempo libre indudablemente, pero un
hippie nunca.
Como en
muchos caso mi odio puede que surja de la ignorancia. No conozco absolutamente
nada sobre la llamada “fiesta brava” excepto lo que alcanzo a ver en algún cartel
pegado en un poste o en un reportaje de noticias mientras cambio repetidamente
de canal, y lo que veo en ese contexto es solo a un wey vestido como drag queen
agarrando a machetazos a una vaca dopada con asteroides. Es muy cierto que soy
un amante de la violencia sin sentido, ni siquiera puedo negarlo, soy el tipo
de imbécil que critica fuertemente a Michael Bay porque sus proyectos no son
más que explosiones y violencia y aun así siempre va al cine a ver su más
reciente película sobre robots gigantes pero existe una gran diferencia, todas
eso es ficción y no afecta a nadie (a excepción de los recuerdos de mi
infancia) mientras que las corridas de toro son, al menos para mí, un tipo de
violencia injustificada.
He llegado a
escuchar que existe quien defiende la práctica de las corridas de toros definiéndola
como un arte, y tal vez lo sea pero una mente tan simplona como la mía
simplemente no puede concebir como el sacrificar a un animal de manera cruel se
podría considerar como “arte”. De nuevo, tal vez sea yo pero si a esas vamos
supongo que cada perro destripado que veo a la orilla de la carretera debe ser
un Picasso y simplemente yo soy demasiado pendejo como para darme cuenta.
También escucho como se enaltece al torero por su gran valor al enfrentar a un
toro, y lo que sea de cada quien eso si lo puedo apreciar, después de todo se
necesitan bolas de acero para poder hacerle frente a una bestia de esa magnitud
(tha´s what she said…) PERO eso demerita un poco si tomamos en cuenta que: 1.-
El torero no “pelea” desarmado, como el mismo toro. 2.- El torero entrena toda
su vida para perfeccionar su “arte” de matar animales. Estos dos puntos
tendrían una solución bastante sencilla: pónganle navajas a los cuernos del toro
o algo así y entrenen a un toro no para bailar con un tipo disfrazado de payaso
sin maquillaje sino para verdaderamente matar, creo que eso balanzaria las un
poco las cosas ¿Demasiado extremo? Tal vez, pero no por ello menos interesante.
Otra defensa
muy común es la llamada “tradición”, lo cual podría ser entendible pero en
muchos casos la misma palabra “tradición” se usa como un simple pretexto, una
forma elegante de decir “hago esto por
ninguna razón válida aparte de que muchos antes de mi lo hicieron” y si a esas
vamos, también podría llamarse “tradición” a que las mujeres no votaran, a que
la tierra se considerara redonda y a quemar a todo aquel sospechoso de brujería.
Si tanto les interesa la tradición ¿Por qué no hacer peleas de gladiadores? Para
mi entender el concepto es bastante similar, dos oponentes entran a la arena,
uno de ellos sale victorioso y el otro sale como comida para gusanos.
Por otro
lado tenemos al toro que solo es criado para ser acecinado. Si, puede que la
idea de que solo nacemos para morir sea poética y filosófica si lo quieren ver así,
pero casi seguro que al toro no le interesan ninguna de esas dos cosas. He
escuchado que las especies o razas o como se le llame a los tipos de toros que
se utilizan en “la fiesta brava” no tienen ningún uso verdaderamente practico,
es decir que cuando finalmente cae muerto solo es un cadáver, nada de poder comer
su carne o usar alguna parte del cuerpo para algo más productivo. Esto me suena
a una justificación bastante estúpida “se matan a esos toros porque no son
verdaderamente valioso” ¡Por Cthulhu! Si se decidiera eliminar a todo aquel
que no aporta nada valioso a la raza humana ya me habrían asesinado desde hace
mucho tiempo, además si algo sé es que en México a un animal inútil y de dudosa
inteligencia no se le mata, se le casa con una actriz y se le convierte en
presidente.
Simplemente
no encuentro ningún tipo de utilidad a las corridas de toro, ni artística ni de
ninguna otra clase. Si algo bueno he de decir de esta práctica es que al menos
inspiro una de las caricaturas más divertidas que recuerdo protagonizada por
Bugs Bunny.
Y por eso
odio las corridas de toros. Y también los lunes.
Ya sé que la
moda hoy en día es “a la tierra que fueres…” y por esta misma razón varios
estudios cinematográficos siguen aferrados a encontrar al siguiente Harry Potter o Juegos del Hambre, y la manera en que pretenden lograrlo es seguir
adaptando al cine una serie de novelas e intentar formar una franquicia desde ahí.
Es esta misma forma de pensar la que hoy nos trae a la pantalla El séptimo Hijo y aunque tal vez sea demasiado
temprano para asegurarlo, esta película pronto se unirá a la larga fila de
adaptaciones “wannabe” que nunca verán una secuela parte.
El Séptimo Hijo nos trae la historia de Tom Ward
(Ben Barnes), un joven que es reclutado por el enigmático John Gregory (Jeff
Bridges) para convertirse en un “Espectro” que es el título por el que se
conoce a una vieja orden de caballeros cuyo propósito es cazar y eliminar a
todo tipo de creatura maligna. El entrenamiento de Tom se verá abruptamente
acelerado cuando una antigua enemiga de su maestro se libera de su prisión y
amenaza con destruir a la humanidad.
Cuando se
habla sobre una historia de fantasía llevada al cine es muy común hacer
comparaciones con otros films de este género, sobre todo con El Señor de los Anillos, pero en muchos
casos esta comparación es completamente injusta y cuando se hace es más que
nada para tener un punto de referencia y aunque es cierto que El Séptimo Hijo cuenta con elementos muy
similares, en lugar de intentar ser un imitador de poca monta prefiere narrar
su propia historia en una escala mucho menor, lo cual es muy respetable pero el
problema de la cinta es que incluso con esa escala reducida no logra presentar
nada que sea verdaderamente memorable o innovador.
La película comienza
a un muy buen ritmo, presentándonos a sus protagonistas y algunas de las situaciones
a las que se enfrentaran durante la historia, pero una vez que los dos
personaje principales se reúnen, elfilm
decide presionar el acelerador y no mirar atrás, por lo que partir de ese
momento muchas de las situaciones y personajes secundarios que se presentan de
manera demasiado apresurada y un tanto torpe, sin dar tiempo al espectador de
asimilar toda esta información que se va presentando. Esto es entendible si tomamos
en cuenta que se cuenta con un tiempo limitado para contar la historia, pero
muchos elementos importantes no son desarrollados apropiadamente y se presentan
como meros comentarios “a pie de página”. Todo esto sería irrelevante si la cinta
lograse crear una atmosfera propia, detallando lo suficiente su propio mundo fantástico
pero tristemente este no es el caso. En lugar de desarrollar cada uno de sus
elementos, el film se ve más interesado en llevarnos de una escena de acción a
otra sin prestar demasiada atención a los “cómos” y los “porqués”.
En cuanto a
la actuación, la película no cuenta con nada espectacular ni vergonzoso. El actor
más destacable es Jeff Bridges, que si bien se interpreta a un personaje
secundario, es el único al que el film le presta la suficiente atención para
desarrollar de manera más competente. Aunque Ben Barnes no ofrece una mala actuación,
la verdad es que aunque se supone que su personaje es el héroe de la historia,
su participación se ve eclipsada por prácticamente cualquier otro actor con el
que comparte escena, hasta el punto que incluso un pequeño cameo por parte de
Kit Harington (quien no sabe nada) es mucho más memorable que toda la participación
de Barns durante la película (por cierto, si le entendieron a esa referencia de
Harington son más ñoños de lo humanamente posible).
Usualmente
no menciono el vestuario pero en esta película de fantasia debo decir que es
uno de los peores que he visto en este género. Es cierto que por su naturaleza
de magia y cuento de hadas mucho del vestuario tienda a ser muy llamativo pero
existe una muy delgada línea entre lo llamativo y lo ridículo, y prácticamente todo
el vestuario en esta película cae en esa segunda categoría.
El Séptimo Hijo pudo ser un buen inicio para una
serie, pero por desgracia su historia se presenta de manera torpe y su mundo fantástico
resulta genérico en el mejor de los casos y mediocre en el peor. Esta no es la
primera ni la última vez en que se intentara llevar a la pantalla una serie de
novelas, pero sí es un ejemplo del “peligro” de una mala adaptación: En lugar
de crear expectativa e interés al espectador, solo logra desmotivar al público
con una historia que decepcionara tanto a fans del trabajo original como a nuevos
seguidores potenciales.
El Séptimo Hijo:
1/5. Mala.
Mejor que:
Calabozos y Dragones (2000) (No que sea algo muy difícil de lograr)
“Épico” es
una de esas palabras que a la gente nos le gusta usar casi
indiscriminadamente, usualmente como una hipérbole (huy si, miren al señor
intelectualoide usando palabras rimbombantes como “indiscriminadamente”,
“hipérbole” y “rimbombante”), así que primero hay que aclarar el concepto con
la ayuda de San Google:
épico, épica
adjetivo
1.- De la épica o relacionado con ella (género épico;
literatura épica; poesía épica; personaje épico).
2.- Que es fruto del coraje, esfuerzo o heroísmo y es digno
de ser ensalzado.
Es la
segunda definición la que usaremos en este contexto. Ahora, tomando en cuenta
que estamos en las tierras místicas del internet no creo que sea necesario
buscar la definición de “videojuego” pero si aclarar a lo que se refiere esta
lista. Cierto que muchos videojuegos buscan evocar ese sentimiento de fantasía
y grandeza épica mediante el modo de juego, el entorno o el mismo personaje que
controla el jugador, pero para crear esta ilusión también se emplea en gran
medida la música y de eso se tratan las siguientes 10 melodías. Todas ellas te
meten dentro del juego, haciéndote sentir como el héroe legendario que puede
vencer cualquier adversidad. Solo hay dos reglas para este top 10: Solo una
canción por franquicia y solo las versiones originales, nada de remixes o
arreglos orquestales.
Tal vez ni
siquiera debería tocar el tema ya que todo mi conocimiento musical se divide en
dos categorías: lo que me gusta y lo que no me gusta, pero ¿Cuándo he dejado
que mi propia ignorancia me impida dar mi opinión? Puede que no todo el mundo
concuerde con esta lista pero tomen en cuenta que: 1.- Esta es MI lista. 2.-
Son libres de tener su propia opinión, pero tengan en mente que si difiere a la
mía es solo porque su opinión está equivocada. Ahora sí, aquí están las 10 más
mejores melodías épicas en videojuegos:
10.- Dr. Wily Theme / Dr. Wily Castle (Mega Man 2.
1989)
Si en algún
momento se me acusa de ser parcial, que sea en este preciso instante (un tanto
inconveniente tirar mi credibilidad por la ventana en la primera entrada de la
lista ¿pero que se le va a hacer?). Mega Man es mi personaje favorito de todos
los tiempos y Mega Man 2 es uno de
mis juegos favoritos de todos los tiempos, pero aun con todo esto creo que es
innegable que Dr. Wily Themees verdaderamente emocionante y bastante
impresionante si tomamos en cuenta que una melodía tan simple de 8 bits puede emocionar
tanto a un jugador. La primera vez que vez el castillo del malvado Dr. Wily
resulta bastante intimidante, una fortaleza imponente que supera a cualquier
reto enfrentado hasta el momento ¿Cómo no sentirse desalentado? Pero entonces
comienza la canción y toda esa incertidumbre desaparece, haciéndote sentir que
el gran reto que este obstáculo representa solo servirá para engrandecerte aun
más cuando lo superes.
9.- Vampire
Killer (Castlevania. 1986)
Es verdad
que yo puse la regla de solo una melodía por franquicia, pero a veces es difícil
seguir mis propios lineamientos como en el caso de Castlevania. Puedes arrojar una piedra al azar en cualquier juego
de Castlevania y seguramente le
atinarías a una excelente pieza musical. Bloody
Tears, The Beginning, Simon´s Theme, la lista es interminable,
pero de ellas la primera que me viene a la mente con la palabra “épica” es
Vampire Killer. Cierto, esta es la primera melodía que escuchas en el primer
juego de la serie, pero su impacto es verdaderamente duradero. Muy similar al
tema anterior (aparte de ser de 8 bits), el castillo de Drácula se encuentra
frente a ti, un lugar habitado por la encarnación del mal de donde ningún ser
humano ha salido con vida, pero tú no eres cualquier humano, tu eres
descendiente de un noble linaje de caza vampiros y no descansaras hasta que el
mal sea erradicado de raíz… o hasta que Drácula reviva de nuevo y alguno de tus
descendientes tenga que seguir con la cacería, lo que ocurra primero.
8.-
Awakening of Chaos (BlazBlue. 2008)
A partir de aquí
comenzaran a notar un patrón muy claro: Épicidad instantánea (no se quejen, esa
palabra tiene completa validancia), solo agrega cantante de ópera y/o coros, y
esta canción tiene ambas ¿No es lo suficientemente épico? Solo añada guitarras eléctrica
y que las hazañas heroicas comiencen. La melodía comienza muy tranquilamente
(no por ello menos impresionante) con solo la voz de la cantante principal y el
coro integrándose poco a poco, hasta que llega el contraste de la guitarra y la
batería para provocar el caos, pero esto no desalienta la harmonía de un inicio
y todos los elementos se combinan para formar un, digámosle “caos controlado”.
Solo una advertencia y/o sugerencia, esta versión es la versión original pero
existe otra en la que contiene letra, eviten esa versión a toda costa, es como
si alguien decidiera mejorar La Gioconda pintándole un bigote.
7.- Halo (Halo.
2001)
No me gusta Halo, de hecho para mi Halo es una de las franquicias más
sobrevaloradas en la industria de los videojuego (ya saben a dónde mandar todos
sus correos de odio), aun así me gusta fingir que soy lo suficientemente consiente
como para dar merito cuando se merece por lo que el tema principal de esta
serie se encuentra en esta lista. Quizá la melodía suene demasiado tranquila en
un principio (en especial si la comparamos con la entrada anterior) pero
demuestra que para ser “épico” no necesariamente se debe ser escandaloso y
violento, aunque tal vez los fans del Metal difieran. Con esta melodía me viene
a la mente cierta frase de un soldado desconocido durante la segunda guerra
mundial “Nos tienen rodeados… los pobres bastardos”. Cierto, tal vez la versión
de Halo 2 de esta melodía pueda considerarse
mejor, pero es técnicamente un remix de este tema y desde un principio dije que
solo versiones “originales”. Una de las mejores melodías en uno de los peores
videojuego (aunque les arda).
6.- Death Mountain (The Legend of Zelda: A Link to the
Past. 1992)
The Legend of Zelda… de nuevo casi imposible encontrar
una sola canción que encapsule lo “épico”, no porque esta serie carezca de
buena música, al contrario es casi imposible encontrar una sola melodía “mala”
en cualquiera juego de esta serie. Cierto que es difícil superar el tema
principal, pero en mi opinión Death
Mountain no solo es de las melodías más épicas en toda la serie, sino que también
es una de las que más se pasa por alto. Aunque no es mi canción favorita (que
quede anotado en el acta que esa es Gerudo
Valley), Death Mountain es tan
intimidante como alentadora, puedes sentir la presión que el héroe enfrenta
ante las hordas de su enemigo, pero nadie dijo que el camino de un héroe legendario
sería fácil y al final la peligrosa “Montaña de la Muerte” se convertirá en un capítulo
más en la leyenda del guerrero épico.
5.- The Snake that Devours the Horizon (Bravely
Default. 2014)
Si yo puse
las reglas es natural que también pueda hacer trampa en ellas ¿No? Esto lo digo
porque The Snake that Devours the Horizon
técnicamente está formada de varias composiciones dentro del mismo juego pero
como en el sountrack se le da un titulo propio decidí contarla como un tema “original”.
De nuevo, MI lista, MI forma de irme por la tangente. Otra vez tenemos los
coros y las guitarras eléctricas, en esta ocasión para ilustrar la difícil lucha
de los héroes. Puede que todo esté en su contra, que las posibilidades de vencer
sean casi nulas pero los aventureros toman fuerza de sus experiencias durante
su viaje y estos héroes no dejaran de luchar hasta que el mal sea derrotado ya
que, si algo nos han enseñado las historias fantásticas es que “Lo único que necesita
el mal para triunfar es que los hombres buenos no haga nada” –Edmund Burke.
4.- The End Begins (God of War II. 2007)
Con la música
correcta cualquier tarea se vuelve una empresa épica y que mejor ejemplo que The End Begins. Relativamente corta pero
en sus casi dos minutos de duración emana una energía digna del Olimpo. Hagan
la prueba, usen esta melodía como música de fondo a la hora de cocinar y en
lugar de freír carne y cortar verduras estarán decapitando hidras y desafiando
al mismo reino de Hades, o tal vez solo sea idea mía… No me juzguen, tengo una imaginación
demasiado activa. Pero en serio, con esta música de fondo hasta ir al baño se
convierte en una hazaña legendaria.
3.- Main Theme (Super Smash Bros Brawl. 2008)
Escuchar un
coro en latín no solo hace que las cosas suenen más épicas de lo que realmente
son sino que también las hacen parecer más intelectuales y cultas… incluso
cuando hablamos de personajes caricaturescos peleando entre sí. Lo único decepcionante
de esta pieza es que no tenga un titulo con más “enjundia”, pero aun con su
relativamente común nomenclatura, Main
Theme de Super Smash Bros Brawl
es verdaderamente un himno épico. ¿Qué dicen esas voces en latín? Quien sabe
pero de que se oye genial, se oye genial, pero si se dan el tiempo de buscar la
traducción de la letra verán que “épico” es el único adjetivo adecuado para
describir esta composición. Si algún día conquisto un país cuando algún día
conquiste un país, haría de esta melodía el himno nacional de Erretopía (Soon…)
2.- Frog´s Theme (Chrono Trigger. 1995)
Si buscan la
definición de “épico” en un viejo diccionario… no encontraran esta melodía porque
un diccionario no guarda archivos de audio, pero si lo hiciera encontrarían esta
melodía. Esta canción siempre me hace pensar en el clásico caballero andante,
siempre luchando por la justicia y el nombre de su dama, una imagen un tanto anticuada
tal vez, pero tremendamente icónica sin duda. No sabría explicar el porqué le
tengo tanto cariño a esta pieza, pero lo que si se es que mi admiración por
ella es tal que me gustaría que cuando inevitablemente muera y sea enterrado,
esta melodía suene mientras llevan mi cadáver a su destino final y, para bien o
para mal, no, no estoy bromeando. Verdaderamente esta es la canción en la que
pienso cuando escucho a alguien mencionar la palabra “épico” o “legendario”, o
por lo menos ese fue el caso durante muchísimo tiempo hasta el día en que apareció…
1.-
Dragonborn (Skyrim. 2011)
Simplificando
las cosas grotescamente… ¡Puta madre! ¡Qué pinche rola tan chingona! Táchenme
de cerdo machista y lo que quieran pero con solo escuchar esta melodía ciento
que me sale pelo en pecho y que mis bolas aumentan considerablemente de tamaño.
Al diablo con cualquier otra melodía, si el objetivo es hacer sentir al jugador
como el héroe más grande de todos los tiempos, Dragonborn lo hace sin ningún esfuerzo. Pongan esto en el fondo y
cualquiera que escuche esta melodía se sentirá motivado para hacer cualquier
cosa, CUALQUIER COSA ¿Qué tan buena es esta canción? Incluso cuando es
parodiada se escucha increíblemente “épica” ¿No me creen? Aquí hay un ejemplo
(la parodia empieza en 0:26):
Mi intención
al iniciar el año, en cuanto a reseñas por lo menos, era dejar morir en paz al
2014 y entrar de lleno al 2015, el único problema con ese plan es que poco o
nada se estrena durante las primeras semanas de enero (al menos aquí), por lo
que no hay otra opción más que lidiar con los remanentes del año pasado y es así
que tenemos Una Noche en el Museo 3: El
Secreto de la Tumba.
Una Noche en el Museo 3, por si el “3” en el titulo no es
suficiente indicación de ello, continua con las aventuras de Larry Daley (Ben
Stiller) en el Museo de Historia natural de Nueva York, donde las exhibiciones
que cobran vida al anochecer son parte de un espectáculo para deleite de los
visitantes. Las cosas se complican cuando las figuras y demás exhibiciones
vivientes comienzan a comportarse de manera errática y agresiva. Es entonces
cuando Larry descubre que hay algo afectando a la mágica tableta egipcia que es
la que otorga vida a los habitantes del museo. Ahora Larry y compañía tendrán que
viajar al Museo Británico para descubrir que es lo que le pasa al objeto mágico
y salvar a los habitantes del museo.
Sé que es la
usanza hoy en día pero ¿de verdad es necesario hacer todo en trilogías en la
actualidad? No sé si de verdad Una Noche
en el Museo era una de las películas cuyo éxito original aseguraban
establecer una franquicia, pero aparentemente ese es el caso. Dicen que cuando
no hay nada bueno que decir es mejor callar, pero si hiciera caso a eso hasta aquí
llegaría la reseña.
Sin dar
tantos rodeos, Una Noche en el Museo 3
es simplemente mala. Usualmente la actuación dentro de una comedia puede
pasarse por alto siempre y cuando los involucrados logren causar gracia a su público,
pero a lo que refiere a Ben Stiller en esta película, ni actual bien ni causa
risa, ni siquiera cuando interpreta a Laa, un cavernícola cuya mayor aportación
es hacer ruidos y gestos “graciosos” a la cámara. Al resto del reparto no le va
mejor, aunque ellos tienen la ventaja (o desventaja, dependiendo de cómo lo
vean) de que son tantos personajes que poco o nada de tiempo en la pantalla se
le da a cada uno, con excepción de Dan Stevens que se incorpora al reparto
interpretando a Sir Lancelot y esta excepción se debe a que (spoiler) sin ton
ni son, la historia decide hacer que este personaje sea el villano, sin ninguna
explicación o motivo aparente, o por lo menos un motivo tan forzado que
simplemente no funciona (fin del spoiler). Como si la historia no fuera lo
suficientemente forzada, también se decidió agregar una sub-trama referente a
Larry y su hijo, quienes intentan mantener su cordial relación, aunque esto se
complica cuando descubren que ambos tienen planes muy diferentes en cuanto al
futuro inmediato; esta sub-trama solo da vueltas sin dirección fija y a fin de
cuentas no resuelve absolutamente nada, aparte de rellenar el film con escenas
completamente innecesarias.
Los efectos
visuales son decentes en su mayoría, con unas cuantas excepciones. En cada
escena en la que aparecen Owen Wilson y Steve Coogan, el uso de la llamada “green
screen” es dolorosamente obvia, aunque hasta cierto punto comprensible si
tomamos en cuenta que ambos interpretan a figuras miniatura, pero aun así el
efecto se ve tan malo que es inevitable que salte a la vista. Sabes algo anda
mal con tu producción cuando algunos de tus efectos especiales tiene la misma
calidad que algo salido de El Chapulín Colorado. Y hablando de efectos visuales
lastimeros, lo mismo podría decirse de toda las escenas que Ben Stiller
comparte consigo mismo interpretando a dos personajes distintos, estas
interacciones se ven tan realistas como un billete de 25 pesos.
Una Noche en el Museo 3 es mala, para sorpresa de absolutamente
nadie. Si hay que dar algo de “crédito” al film, es que no es ofensivamente
mala, ni siquiera está cerca de ser lo peor que haya visto en mi vida, es mala
al punto de ser completa y totalmente intrascendente e irrelevante. Supongo que
las únicas personasa las que les podría
recomendar este film es a aquellas que hayan disfrutado de las entregas
anteriores, de ahí en más ni se molesten. Pongámoslo así: cuando la sima de tu
comedia es un chango orinando y un cavernícola que solo hace gestos “graciosos”,
no creo que seas muy bueno haciendo en tu trabajo de hacer reír a la gente.
Una Noche en
el Museo 3: El Secreto de la Tumba: 1/5. Mala
Además de
los lunes también odio las campañas políticas. Sé que es una manera un poco
extrañade decirlo ¿Por qué específicamente
odiar la campaña y no a toda la política en general? Sencillo, porque decir “odio
la política” me parece demasiado obvio, como decir “odio golpearme el dedo
chiquito del pie en la pata de la mesa”, ¡duh! nadie en su sano juicio podría disfrutar
algo así; además, siempre he dicho que mi conocimiento sobre política es tan vasto
como mi conocimiento en física cuántica, pero incluso con mi muy obtusa forma
de pensar existen cosas que resultan simplemente obscenas, se tenga la postura
que se tenga en cuanto a política, y una de esas cosas que resultan imposibles
de defender es la manera en que se desarrollan las campañas políticas.
El derroche
de recursos en campañas no es absolutamente nada nuevo y es tan obvio que es
imposible ignorarlo por más que se intente. Un ejemplo es lo que está
ocurriendo en Guadalajara (digo, bien podría ser en otros lados también pero
como yo solo estoy en Guadalajara, solo de la situación ahí es de la que puedo
hablar): en cada semáforo de la ciudad ya es posible ver a los partidarios de
los próximos contendientes electorales de cada partido… más o menos. ¿Por qué más
o menos? Porque toda la publicidad que he visto hasta el momento no es para
apoyar a un candidato sino a los PREcandidatos.
La propia noción
de tener pre-candidatos me es absurda en muchos niveles. De nuevo, teniendo un
conocimiento casi nulo sobre política, esto de tener pre-candidatos solo me
dice que todo partido político que tiene pre-candidatos los tiene porque la estructura
del partido es un desmadre, incapaz de tomar decisiones en común que, según yo,
debería ser algo sencillo si todos sus integrantes se encuentran bajo la
bandera de un mismo partido pero aparentemente ese no es el caso y lo que cada
quien busca es llevar más agua a su molino en lugar de verdaderamente buscar un
bien común. Otro punto importante ¿A los mismos militantes (fuera de los
propios pre-candidatos) verdaderamente les importa un carajo quien resulte el
candidato oficial al final de tanto circo? Digo, si es que muchos hacen
berrinche porque su gallo no resulto el candidato elegido, no creo que los
lleve a cambiar de partido o algo así, y si lo hace eso solo demuestra lo
profundo de su “compromiso” con su partido. Tal vez solo sea idea mía, pero
pienso que sería mucho más útil mostrar unidad bajo un mismo estandarte en
lugar de dividir recursos en monos que a final de cuentas van a vestir la misma
camiseta.
Luego
tenemos a los candidatos, sus rostros, nombres y el partido que quiere
postularlos inundando todos los medios con el único propósito de darse a
conocer ¿Lógico? Tal vez, pero hago enfático el hecho de que lo único que se
conoce de ellos SU NOMBRE, SU ROSTRO Y SU PARTIDO. ¿Qué tiene de malo? Bueno, quizá
esos tres datos sean suficientes para que alguien pueda decidir por el mejor
candidato, pero no para mí. Todos los candidatos se nos venden como la mejor opción,
la nueva esperanza de la política mexicana, pero el punto clave es que solo nos
dicen que lo son pero no nos dicen porque. De tanto pinche monigote no conozco
ni una sola propuesta o postura que pretendan implementar, peor aún, en muchos
casos ni sé cuál es el puto puesto al que están aspirando, lo cual puede que
solo refleje mi indiferencia y/o estupidez en cuanto a política, pero ese es
exactamente el punto, debería de ser el candidato el que llame mi atención con
sus propuestas e ideología, no porque “me caiga bien” o porque “se ve bien en
la tele” (y aunque ya lo dije antes, tengo que repetirlo de nuevo: ¡Vayan a chingar
a su re-putisima madre todos aquellos que basan su voto en que el candidato “se
ve bien guapo en la tele”! Si la pendejes fuera un crimen, ustedes serían los
criminales más grandes del país).
Supongo que
eso de dar propuestas es demasiado complicado, así que la segunda mejor opción es
la llamada “guerra sucia” (contraria a todo lo demás que se relaciona con la
palabra “guerra”, que como sabemos es sinónimo de elegancia y civilidad), donde
el político no tiene que convencerme de que es el mejor, solo tiene que
esforzarse para que sus contrincantes se vean peor que él. Es como si yo dijera
“Soy un completo imbécil, pero por lo menos no soy tan imbécil como el wey de
enfrente”. Esto al final me deja en una incómoda situación: a la hora de votar
tengo que hacerlo, no por la mejor opción, sino por la que sea la menos peor,
que aunque lo parezca no es la misma cosa. Todo esto solo me causa repulsión por
la política mexicana, y eso que no sé prácticamente nada sobre ella pero algo
me dice que si la conociera mejor lo único que me provocaría sería una depresión
que me haría contemplar el suicidio como una idea atractiva, eso o huir tan rápido
del país que no me verían ni el polvo. A l
final todo se reduce a un simple concurso de popularidad, donde los ideales y
las propuestas no son artículos de primera necesidad y es más importante que el
candidato sea famoso a que sea el adecuado… o inteligente… o preparado… o que
tenga la más mínima idea de lo que está haciendo.
Y por eso
odio las campañas políticas. Y también los lunes.
Hay algo que
siempre me hace desconfiar de una película cuando esta “basada en un hecho real”,
porque en muchas ocasiones, si se llega a criticar de cualquier manera dicha película,
la gente usualmente siente que la “historia real” en la que está basada es lo
que verdaderamente se está criticando y no el film en sí. Por ejemplo, si digo
que no me gusta La Lista de Schindler
(que no es el caso, solo es un ejemplo) la mayoría pensara que soy un
simpatizante nazi con ideas antisemitas, cuando lo único que quise decir es que
no me gusto esa película ¿Para qué tanta aclaración? Para escudarme un poco, realmente,
por que cuando digo que Gloria no es
una muy buena película, más de uno me dirá que es porque soy un simpatizante de
Sergio Andrade con tendencias pedófilas, y NO, ese NO es el caso.
Gloria nos trae la historia de la cantante
Gloria Trevi (duh) y sus andanzas en la farándula, desde sus inicios hasta su
paso por la cárcel y el controversial escándalo en el que se vio envuelta junto
con su manager. Gloria es una aspirante a cantante que, al conocer a Sergio
Andrade, caminará el difícil y retorcido sendero del mundo de la farándula
mexicana, en una historia de fama, manipulación, inocencia y “amor”.
Si algo aprendí
de Hiko Seijuro, es que no existe tal cosa como la “neutralidad”; en todo
conflicto siempre llegara el momento en que uno mismo deberá tomar partido para
con un bando o con otro, y si es que existen “bandos” en esta historia (que es
una discusión que no me compete), la película evidentemente toma el de su
protagonista, la titular Gloria, lo cual es completamente comprensible (en más
de un sentido) e incluso esperado, después de todo esto no es un documental, pero
este ángulo presenta algunos problemas.
Gloria, como
personaje en la película (que es lo que se está juzgando en este caso, no a la
persona en la vida real), muestra muchísimas inconsistencias que hacen difícil el
digerir la historia. Gloria se nos presenta como una rebelde… que hace justo lo
que le dicen, una pensadora radical… que solo dice lo que los demás quieren
escuchar, una mujer fuerte y talentosa… que solo logra el éxito cuando se deja
manipular por los demás, una mujer sumamente inteligente… que no quiere darse
cuenta cuando los demás abusan de ella ¿Ven a lo que me refiero? Cierto, quizás
estas inconsistencias solo hagan más creíble al personaje, después de todo cada
persona es un sinfín de contradicciones, pero todo es una relación entre casusa
y efecto, y el problema con Gloria es
que solo se nos muestra el efecto. Se nos presenta al personaje capaz de
soportar prácticamente todo teniendo como única motivación el amor, y si, es
cierto que muchos somos capaces de hacer estupideces cuando estamos en ese
trance (si lo sabré yo…), pero me es muy difícil creer que esto pueda ser
suficiente motivo para soportar el tipo de abuso, tanto físico como psicológico,
al que se ve sometida Gloria, no sin un trasfondo más amplio y ese trasfondo
brilla por su ausencia en esta historia.
Otro punto
en contra es el uso desmedido de números musicales. Lo sé, esta queja puede
parecer completamente fuera de lugar si tomemos encuentra que esta es la
historia de una cantante y que lógicamente su música tomara un papel muy
importante, pero a lo que me refiero es que existen uno o dos números que no
tienen ningún verdadero valor más allá de extender la duración de la cinta por
un par de minutos más. Sin embargo el film no carece de meritos. Tanto como Sofía
Espinosa como Marco Pérez, quienes interpretan a Gloria Trevi y Sergio Andrade respectivamente,
venden muy bien a sus respectivos personajes, y las fallas que se dejan ver en
la interpretación se deben más al guion que a los actores mismos, aunque lo
mismo no se puede decir de las muchas, muchas extras que aparecen en el film y
que solo con escucharlas hablar pueden causar pena ajena (y no por sus trágicas
historias), aunque por suerte sus participaciones son lo suficientemente breves
como para poder pasar este detalle por alto.
A final de
cuentas, sea la postura que sea que se tome con relación a los hechos que
inspiraron esta cinta, Gloria es
interesante aunque inconsistente. Si se es fan de la artista (y yo no lo soy)
definitivamente valdrá la pena verla en el cine, si no es que ya lo hicieron,
para el resto del mundo es una distracción para pasar el rato y nada más.
Gloria: 2/5.
Meh.
Mejor que:
Zapatos Viejos (1993), Una Papa Sin Catsup (1995) (No me vean así. Crecí con
dos hermanas y ellas si eran fans de Gloria Trevi, por eso conozco esas dos películas.
Esa es mi historia y me apegare a ella).
No tan buena
como: Obediencia Perfecta (2014) (Lo sé, comparación extraña, pero ambas son
historias de “amor” y manipulación. Misma diferencia.)
Parece
mentira pero ya tengo poco más de un año haciendo reseñas en este blog… que
solo las mismas 3 o 4 personas leen, pero aun así. Un año relativamente constante
y aunque sea un fracaso, el hacer las reseñas me sigue divirtiendo así que ¿Qué
más da? Durante el 2015 la idea sigue siendo la misma: una vez por semana
reseñar una película que se encuentre en cartelera, pero creo que hay que hacer
unas cuantas aclaraciones antes de comenzar.
Primero que
nada, el nombre de la sección. El nombre “Cine barato” puede que tenga una connotación
despectiva, juzgando a la película que se reseña como algo de mala calidad o “barato”
(duh), pero el título no tiene esa intención. “Cine barato” se refiere a que,
usualmente, solo voy al cine los miércoles porque aparte de pobre soy tacaño y es
precisamente los miércoles cuando el boleto de entrada es más barato, ergo “Cine
barato”.
¿Aclaración innecesaria?
Tal vez, pero mejor poner los puntos sobre las “i”, como dicen. Lo que no
resulta tan innecesario es aclarar que a partir de este año voy a cambiar
ligeramente el formato de la sección. Hasta ahora al final de cada reseña le
doy una calificación al film en un rango del 1 al 10, usando como referencia
(más o menos) una calificación escolar: 5 pa abajo significa reprobado y 6 pa arriba
aprobado. El sistema funciona bien por si solo ¿Por qué cambiarlo? Al estar
revisando las reseñas para hacer mis listas de “Lo más mejor” y “Lo más pior”
de películas en el 2014, me di cuenta de que soy un esnob mamon que en lugar de
usar una escala del 1 al 10, uso una del 5 al 8 ¡solo a una película le di un 9
en todo el año pasado! Ok, miento, ya sabía que era un esnob mamon desde antes,
el punto es que si de por si no uso la escala como se supone que debería, es
mejor cambiarla. Con esto en mente, decidí hacer un ligero cambio.
A partir de este
año el final reseñas seguirán contando con una calificación, pero esta vez con
una escala de 0 a 5 estrella, y para dejarlo aun más claro, también les dejo
una muy breve explicación de cada calificación junto con una representación grafica:
0/5: Ofensivamente
Mala. Total pérdida de tiempo. Es más productivo y gratificante golpearse la
cabeza repetidamente contra un muro.
1/5: Mala. Poco
o nada realmente rescatable dentro de la película. Solo verla si verdaderamente
no hay nada mejor que hacer.
2/5: Meh. He
visto mejores, he visto peores. Ideal para poner en el fondo mientras se hace
algo más al mismo tiempo.
3/5: Buena.
Vale la pena ver la película por lo menos una vez.
4/5: Muy
buena. Se tiene que ver “obligatoriamente”, de preferencia en el cine mientras
aun esta en cartelera.
5/5: Excelente.
Deja de perder el tiempo leyendo la reseña de un completo desconocido y corre
al cine a ver esta película.
Y creo que
eso es todo por ahora. Mañana, la primera reseña del año a menos que me retrase
como siempre, y tomando en cuenta que esta entrada era para ayer, pues…
Lo prometido
es deuda y como no puede existir lo bueno sin lo malo, aquí les va la lista de
peores películas del 2014. Mismas reglas que en la lista anterior: Solo películas
que vi en el cine el año pasado y solo aquellas cuyo estreno oficial fue en el
2014 (solo por eso se salva 47 Ronin,
que vi a principios del año pero que se estreno en 2013). De igual forma les
dejo los links por si quieren checar la reseña original. Y como diría el Joker:
“Here… we… Go!”
10.- Tortugas Ninja
Pude que sea
un asunto muy personal, pero al ser un tipo treintón con la capacidad mental de
un niño de 5 años me es inevitable saltar de alegría al pensar que los héroes de
mi infancia siguen siendo relevantes después de tanto tiempo, pero después de
ver esta película esa alegría se transformó en vergüenza. Lo admito, la
franquicia de las Tortugas Ninja
nunca, ni en su mejor momento, han sido Shakespeare pero tampoco ni en su peor
momento fueron el estandarte de energúmenos pre-adolecentes enojados con todo y
con todos sin motivo aparente, y esa es exactamente la “vibra” que refleja este
film.
Aquí hay una
razón para que me odien aun más (porque nunca se pueden tener demasiadas
razones): No creo que Disney sea verdaderamente el imperio diabólico lava
mentes que muchos piensan que es. Dicho esto, Aviones 2 es una de esas películas que le da esa mala imagen a la corporación
de Mickey Mouse. Queriendo navegar con bandera ajena, Aviones 2 es una completa pérdida de tiempo y dinero, diseñada para
mantener callados a niños latosos menores de 4 años durante una hora y nada más.
No es la primera ni la última vez que Disney pone basura en cartelera, pero esta
misma práctica es la que la hace ver como la empresa maldita cuyo único interés
es hacer dinero a cualquier costo.
Lo menos que
uno podría esperar como resultado de una lista de peores películas es una recomendación,
pero eso es exactamente lo que merece esta muy particular versión de Drácula.
Puede que sea un mórbido placer pero a pesar de que Drácula: La Historia Jamás Contada es una de las peores películas
del año y también es cierto que es una de las más divertidas. Es una de esas películas
para juntarse con los amigos y reír un buen. Es más, aquí les dejo un gran “tagline”
a los de marketing para cuando saquen el DVD/Blu Ray: “Drácula: La Historia Jamás Contada. La mejor comedia (no
intencional) del 2014”
Lo admito
sin complejos: Soy un completo cobarde; junto a mí, Scooby-Doo es el personaje
de ficción más valiente conocido por el hombre. ¿Eso que tiene que ver con esta
película? Fácil, como ya he dicho muchas veces antes, el peor crimen de una
comedia es no causar risa, y bajo esa misma lógica, el peor error de una película
de terror es no causar miedo, y aun más grave, que una película de terror cause
risa. Esto último es precisamente lo que logra Más Negro que la Noche. Si he de dar algo de crédito (pa que luego
no digan que nomás critico por criticar) es que la cinta logra crear una
atmosfera bastante adecuada… y no hace absolutamente nada con ella. Más Negro que la Noche es una de esas
casas del terror de feria pero en su caso todos los mecanismos están en reparación
y todos los disfraces para espantar al público están en la lavandería. Si hay
algo bueno de toda la producción, eso debe ser la escena final en medio de los créditos.
Puede que esa no era su intención pero esa particular escena me provocó dar la
carcajada más fuerte que he dado dentro de una sala de cine.
6.- El Asombroso Hombre Araña 2: La
Amenaza de Electro
En gustos se
rompen géneros y tal vez exista a quien le guste esta película pero para mí
esta es una de las peores películas que he visto en mi vida. Cierto, quizá sea
injusto compararla con sus contemporáneos pero es innegable que el género de superhéroes,
en gran medida gracias a Marvel (le arda a quien le arda), ha alcanzado niveles
nunca antes vistos o esperados. Quizá en otros tiempos este film pudo ser
verdaderamente innovador pero en la actualidad no es más que un ejercicio en la
mediocridad ¿Qué tan mala es la película? Le fue tan mal tanto en taquilla como
en criticas que Sony está pensando en devolver los derechos a Marvel en lugar
de seguir invirtiendo y perdiendo dinero en la franquicia, o por lo menos eso
es lo que dicen.
Los nombres
famosos siguen teniendo influencia, hayan caído de gracia o no. Esto lo digo
porque la única forma en que puedo imaginar que a este proyecto se le dio luz
verde fue cuando se anuncio que Ridley Scott tomaría la silla como director. No
me malentiendan, al ser una de las 3 personas en el planeta que genuinamente le
gusto Prometheus, es imposible
argumentar que tenga algo en contra de Scott. Quizá es demasiado pronto para
encontrar al verdadero culpable, pero Dioses
y Reyes simplemente no funciona, dándonos como resultado no solo una mala película
sino también una que es simplemente aburrida.
Todo lo que
dije sobre Más Negro que la Noche
aplica aquí, con algunas excepciones. La atmosfera en Los Marcados es prácticamente inexistente y mientras que Más Negro de la Noche pretendía que te
asustaras con las sabanas sucias de tu cama, Actividad Paranormal no solo espera la misma reacción, sino que
insulta tu inteligencia y espera ser aplaudida mientras lo hace. No me
malentiendan, como a cualquiera me gusta ver una película tonta de vez en
cuando y pasar un buen rato, pero existe tonto, muy tonto, insultantemente estúpido
y después Actividad Paranormal: Los
Marcados.
Y ya que
hablamos de películas que insultan la inteligencia, tenemos Pánico 5 Bravo, que absolutamente nadie
vio y con muy buenas razones. Una situación que podría ser interesante en manos
de alguien más competente pero que en su estado actual solo nos presenta un
grupo de gente por la que se supone deberíamos interesarnos pero que el film no
hace ni el más mínimo esfuerzo por presentarlos empáticamente. Como si esto no
fuera suficiente, la xenofobia (miedo a los extranjeros, no miedo a las boobies)
es la característica que reflejan todos los involucrados, sin importar raza,
color, credo o lado de la frontera en que se encuentren. Mala y aburrida, así
de simple.
Llamar “comedia”
a este film sería un insulto a todo el género. No solo carece de humor sino que
gasta todas sus energías en tratar de hacernos creer que es hilarante, “extrema”
e inteligente, siendo que no es ninguna de esas cosas. Nuestro Video Prohibido
es como un tío borracho en una reunión familiar: Cuenta el mismo chiste una y
otra vez creyendo que es más gracioso cada vez que lo cuenta, y no contento con
eso en cada ocasión se dedica a explicar el chiste meticulosamente, porque
todos sabemos que un buen chiste debe ser explicado para poderse reír
plenamente de él.
Quisiera
poder llamar a esta película una completa mierda, pero sinceramente sería
enaltecer demasiado a esta cinta y degradar mucho a la mierda. Cada quien puede
disfrutar de cosas distintas, eso nunca ha estado en discusión, y si pueden
decirme que ustedes disfrutaron de este film verdaderamente me alegro por
ustedes, lo digo sinceramente, pero nunca, nadie, bajo ninguna circunstancia
podría verme directamente a los ojos y decirme que esta es una “buena” película.
Usualmente
tengo la política de nunca decir que algo es bueno o malo sin experimentarlo
primero, pero deben confiar en mí cuando les digo que no deben molestarse en
ver esta película y que me crean cuando les digo que es de lo peor que he visto
en mi vida. También tengo la política de nunca salirme del cine, sin importar cuán
mala sea una película y en mis 30 años de vida nunca me he arrepentido tanto de
ejercer esa política como cuando vi Cambio
de Ruta. Y lo sé, muchos dirán que no puede ser tan mala como la pinto y querrán
verla por ustedes mismos, simplemente no lo hagan. Pero si de verdad es
demasiada su curiosidad véanla de forma en que nadie reciba ni un centavo por
ello, véanla pirateada directo en internet, no la renten, ni la vean en televisión
abierta, aun así habrán pagado demasiado. Es más, simplemente no la vean y
punto.
Cambio de Ruta no solo es la peor película del
2014, sino que también tiene la “distinción” de ser la segunda peor película que
he visto en toda mi vida.