¿Nunca les
ha pasado que escuchan una canción que les gusta mucho, pero que se va
volviendo tan popular que adonde quiera que vayan la escucha, en todos lados,
todo el tiempo, hasta que poco a poco se van cansando de ella y rápidamente ese
amor se va transformando en odio? Esa es más o menos mi relación con los zombis
en la cultura popular. Es imposible no ser presa del fanatismo por los muertos
vivientes en la actualidad, lo cual no sería malo de no ser porque cada “nueva”
incursión en este subgénero se ha convertido en “pan con lo mismo”. Incluso
usar la figura del zombi en una comedia se ha vuelto un recurso gastado, pero
eso no evita que se siga usando esta premisa, como es el caso de A la *&$%! con los Zombis.
En A la *&$%! con los Zombis, veremos a
un pequeño grupo de amigos tratando de sobrevivir a la plaga zombi que azota su
pueblo natal. Augie (Joey Morgan), Ben (Tye Sheridan) y Carter (Logan Miller)
son amigos de la infancia y desde entonces han pertenecido a los Scouts, lo
cual es de las pocas cosas que mantienen el ánimo de Augie tras el abandono de
su padre, sin embargo Carter y Ben se han cansado de la rutina scout y piensan
abandonar la organización aunque eso pueda lastimar gravemente a su amigo. Sin
embargo todos esos planes se hacen a un lado cuando una plaga zombi ataca su
ciudad. Ahora el grupo de amigos tendrá que poner a prueba sus habilidades para
sobrevivir el apocalipsis zombi.
¿Recuerdan
la película de Superbad (que por
alguna razón llamaron Supercool en nuestro país)? Piensen en una versión menos
graciosa de eso, agreguen zombis y tendrán como resultado A la *&$%! con los Zombis. Realmente no hay mucho más que decir
al respecto, pero lo intentare de todos modos.
Los efectos
especiales no son nada espectaculares, pero esto se debe más que nada a la
familiaridad de este tipo de imágenes en la actualidad. Cuando has visto a un cadáver
reanimado come cerebros, prácticamente ya has visto a todos los cadáveres reanimados
come cerebros. Lo más sobresaliente de los efectos especiales es cuando se dan
a la tarea de ser deliberadamente malos, pero esto en lugar de ser un punto en
contra de la producción, a mi gusto es uno de los mejores toques de la cinta.
Cierto, los malos efectos especiales pueden romper la ilusión de realismo, pero
el realismo no es ni de cerca la prioridad de esta cinta, y los malos efectos
especiales solo hacen más graciosas las escenas en las que se utilizan.
El arco de
los personajes es ridículamente simple, pero por lo menos existe (que es más de
lo que puedo decir de otras supuestas comedias). De igual manera, la historia
es muy sencilla, prácticamente solo llevar a los personajes del punto A al B y
finalmente al C, y todas las “aventuras” que se topen en ese camino. El humor,
al igual que todo lo demás en el film, no es nada espectacular, pero esa apreciación
es algo que puede variar de persona a persona. Como siempre digo, lo que es
gracioso para una persona puede no serlo para otra.
A la *&$%! con los Zombis no hace nada por renovar el cine de
zombis, pero al mismo tiempo no hace nada para degradarlo aun más. Aunque no se
trate de una película que se convierta en un clásico, lo cierto es que no
carece de sus momentos divertidos que harán reír a más de uno. Esta es el tipo
de película perfecta para ver con los amigos (de preferencia alcoholizado). La única
forma en que podría recomendar ver esta película en el cine es si son muy fans
de los zombis, y si no es su caso, no haría daño poner esta película en el
fondo mientras beben y comen comida chatarra en una fiesta o algo así.
A la
*&$%! con los Zombis: 2/5. Meh.
Mejor que:
Guerra Mundial Z (2013)
No tan buena
como: Mi Novio es un Zombi (2013), El Desesperar de los Muertos (2004), Juan de
los Muertos (2010), Zombis Nazis (2009).