jueves, 26 de enero de 2017

Cine Barato: Hasta el Último Hombre


 
Drama situado en la segunda guerra mundial… como se nota que los premios Oscar están a la vuelta de la esquina… Dejando el cinismo de lado por un momento, no creo que sea una exageración que, por lo menos en el cine comercial (y excluyendo documentales), Rescatando al Soldado Ryan sea la película más influyente en memoria reciente que trate del conflicto velico entre Aliados y El Eje, a tal grado que, por lo menos a gran escala, no he visto ningún filme que trate de manejar un enfoque similar al manejado por Spielberg. Hay quienes dirían que el intento mismo de superar esa película sería una locura, por suerte Mel Gibson ha demostrado que es lo suficientemente loco y, aunque el enfoque no es precisamente el mismo, Hasta el Último Hombre bien podría sentarse al lado de Ryan y compañía en ser una delas mejores películas sobre la segunda guerra mundial.
Hasta el Último Hombre nos muestra la historia de un soldado durante la segunda guerra mundial. Al buscar una manera de servir a su país durante tiempos difíciles, Desmond Doss (Andrew Garfield) decide enlistarse en el ejército. A pesar de que el joven Doss genuinamente quiere ayudar a los que lo necesitan en la guerra, sus fuertes convicciones y creencias religiosas lo hacen negarse rotundamente a portar un arma, lo cual luce descabellado al pensar que será enviado directamente a una zona de combate.
Tengo que decirlo desde un principio: El filme contiene un fuerte matiz religioso que definitivamente no será del agrado de muchos, pero en defensa de la cinta, aunque el fervor religioso es una parte importante de la trama, lo cierto es que no se podría considerar como propaganda religiosa. La película sí cuenta con algunas características que me hacen inevitable compararlas con filmes de propaganda, como lo es un protagonista con cierto complejo de mártir, un leve delirio de persecución y simbología nada sutil, pero a diferencia de otras películas, Hasta el Último Hombre logra justificar estos detalles al incorporarlos íntegramente a su protagonista, complementando perfectamente su aspecto religioso y, sencillamente, su propia condición como ser humano.
La primera mitad de la película se utiliza para presentarnos con lujo de detalle al protagonista y su entorno, lo cual es necesario para enganchar por completo al espectador durante el segundo acto. Puede sonar exagerado pero la única manera en que puedo describir la segunda mitad de la cinta es, en una sola palabra: “Brutal”. El conflicto velico se nos muestra con un lujo de detalle casi perturbador y visceral, dándonos algunas de las escenas más violentas que he visto en algún tiempo. La acción, aunque no precisamente “divertida” (a menos que sean alguna clase de sociópata), definitivamente es muy envolvente por sí sola, pero gracias al tiempo que se toma la cinta en retratar a su protagonista hace que verdaderamente podamos ponernos en sus zapatos y entender su nada difícil situación.
Aunque no lo llamaría propiamente una falla, debo decir que el elemento del romance entre el protagonista y su esposa no es de mi agrado. La subtrama romántica, aunque se lleva a buen ritmo, parece iniciar prácticamente de la nada y una vez que se desarrolla parece utilizar toda oportunidad que puede para utilizar diálogos e interacciones entre los personajes que rayan en lo vomitivamente melosos. Lo anterior se debe muy probablemente a mi negro e insensible corazón, pero el romance cumple la función de humanizar aún más a los personajes, lo cual logra hacer perfectamente y tomando en cuenta que esto está basado en una historia real ¿Quién soy yo para cuestionar este aspecto? Eran los años 40´s, tiempos más sencillos y todo eso.
Reconozcamos una cosa, Hasta el Último Hombre no es ni la primera ni la última película que nos hable sobre el triunfo del espíritu humano durante la segunda guerra mundial, pero definitivamente es una de las cintas que mejor desarrollan ese tema. Sé que la moralidad del director es más que cuestionable en más de un sentido pero ¡Maldita sea! Mel Gibson es un buen director que sabe contar una buena historia, aun cuando parece inevitable (por lo menos últimamente) inyectar a sus proyectos cierta dosis de religiosidad y, aunque suene raro, un extraño nivel de sadismo. Definitivamente algo que vale la pena ver, pero de nuevo, aunque suene exagerado, las cosas pueden ponerse demasiado graficas durante la segunda mitad de la pelicula. No digan que no les avise.

Hasta el Último Hombre: 4/5. Muy Buena.
 
 
 
 
 
 
 
 
Mejor que: Aliados (2016)
No sé si decir que no es tan buena como Rescatando al Soldado Ryan (1998), eso es algo que necesita de tiempo y perspectiva, pero por lo menos ahorita me atrevería a decir que se encuentra a la par.

Cine Barato: Max Steel


 
Lo he dicho más de una vez: al ir a ver una película me gusta dar el beneficio de la duda, aun cuando todo indique que la experiencia pueda ser no tan agradable, después de todo, pienso que cada filme, por malo que sea, siempre cuenta con por lo menos un aspecto redimible, una teoría que he podido comprobar al ver Max Steel, no porque tenga algo que valga la pena, sino porque esta cinta es la excepción que confirma la regla, ya que NO HAY NADA AQUÍ QUE SEA RESCATABLE.
En Max Steel veremos… No. Al diablo la sinopsis. Decir que esta es una de las peores películas que he visto en mi vida debería ser suficiente, pero supongo que tengo que dar algunos detalles del cómo y por qué.
A nivel narrativo la historia parece estar contada al revés, y no deliberadamente para darnos una estructura narrativa interesante, sino por mera incompetencia. Supuestamente el filme se trata del origen de un súper héroe o algo similar, origen que se nos revela en los últimos 10 minutos y que hacen que los 80 y tantos anteriores sean intrascendentes.
Sé que la cinta está basada en una serie de juguetes, lo cual supongo hace de las actuaciones algo relevantes ya que todos y cada uno de los actores interpreta sus papeles con la misma emoción y carisma de un pedazo de plástico que se ha dejado al sol por mucho tiempo.
A nivel técnico la producción es risible. Parece que el filme no sabe establecer escenas más que con “close ups” de los actores, las escenas de acción en Max Steel hacen ver a un capítulo de los Power Rangers como una película de El Señor de los Anillos, y cada cuadro de la cinta parece deslavada o fuera de foco EN TODO MOMENTO. Aun con todo lo anterior estaría dispuesto a soportar estas fallas si la película fuera siquiera remotamente divertida, pero el producto final es tan interesado y entretenido como leer de cabo a rabo la guía telefónica.
Usualmente cuando no tengo nada bueno que decir de un filme pero reconozco una medianamente buena intención suelo lavarme las manos y decir “no es para mí”, pero Max Steel simplemente no es para nadie. Diría que el filme está enfocado a niños muy, muy pequeños, pero eso sería insultar la inteligencia de los niños. El filme simplemente es aburrido y dolorosamente “feo” a nivel visual. Aun con todo esto, y después de pensarlo por mucho, mucho tiempo tratando de convencerme a mí mismo de que hay algo de valor en Max Steel, finalmente encontré un logro insuperable en esta producción: Max Steel hace ver a Monster Trucks como una joya del cine en comparación, y tomen en cuenta que Monster Trucks es la película que más había odiado en lo que va del año. Max Steel es solo para masoquistas o gente con daño cerebral, y a estas alturas creo que yo ya califico en ambas categorías.

Max Steel: 0/5. Ofensivamente mala.
 
 
 
 
 
 
Peor que: Monster Trucks (2017)
Ligeramente mejor que: Despertar un día y descubrir que eres una figura de acción sin genitales.

lunes, 23 de enero de 2017

Cine Barato: Aliados


 
La producción de una película siempre tiene un objetivo final en mente. Ya sea contarnos una historia, entretenernos por un rato sin pensar demasiado, tratar de vendernos algo o ser una verdadera expresión artística, toda película tiene un objetivo en mente y Aliados no es la excepción, pero la meta que aparentemente tiene en la mira es ganar premios, lo cual no compromete la calidad de la producción pero sí hace que el filme se sienta muy formulado y poco o nada sincero.
En Aliados veremos la historia de dos enamorados durante la segunda guerra mundial. Max Vatan (Brad Pitt) es un espía que es mandado a Casablanca (la ciudad, no la película) para llevar a cabo una misión secreta y acecinar a un alto mando del partido Nazi. Durante su estancia en la ciudad, Max es contactado por Marianne (Marion Cotillard), otra espía que ha sido asignada a la misma misión para servirle de apoyo. A pesar de lo inapropiado que el peligro lo haga parecer, nace un amor sincero entre ambos espías que los animara a tratar de dejar atrás los horrores de la guerra y llevar una tranquila vida juntos.
La sinopsis anterior no parece demasiado interesante que digamos, por lo menos para mí, pero afortunadamente la película va más allá de su, aparentemente, sencilla premisa inicial. La trama se enfoca en sus personajes más que en su entorno, lo cual ayuda a que nos encariñemos verdaderamente con los protagonistas y que en verdad podamos sentir empatía en las escenas más emotivas. Por suerte no todo son besuqueos y melosos dramas, el filme también nos ofrece una intriga que está mucho más encaminada al thriller que al drama, lo cual hace bastante emocionante la historia, a esto le agregamos un par de secuencias de acción, que tal vez no sean del todo innovadoras o descomunalmente interesantes, pero que definitivamente le dan variedad a la cinta.
Puede que tanto Brad Pitt como Marion Cotillard sean cara bonitas, pero aún más importante que eso, ambos son excelentes actores, lo cual solo ayuda a sumarle puntos a favor de la producción. Ambos actores demuestran un gran rango durante sus interpretaciones, muchas veces mostrando todo tipo de emociones sin necesidad de dialogo y utilizando solamente su lenguaje corporal o con una simple mirada que te hace perderte en los ojos de Brad Pitt Marion Cotillard.
Romance histórico con el trasfondo de la segunda guerra mundial, con actores de un muy alto calibre y una trama llena de intriga y momentos emotivos, todos estos elementos dan como resultado una buena película, pero en el caso de Aliados se siente que estas piezas de la ecuación son utilizadas no porque funcionen bien unas con otras, sino porque esta es una fórmula que normalmente agrada a la crítica que se encarga de repartir premios, y si tomamos en cuenta que la temporada de Oscares está cerca, entonces la sensación de que el filme ha sido hecha por “comité” se siente aún más fácilmente. Lo que sea de cada quien, la formula funciona y el resultado final es una película que sí vale mucho la pena, a pesar de (o tal vez a causa de) sus muy transparentes intenciones.

Aliados: 3/5. Buena.
 
 
 
 
 
 
Mejor que: Pearl Harbor (2001)
No tan buena como: Casablanca (1942) (Ahora sí la película, no la ciudad), Bastardos sin Gloria (2009). El tono es muy diferente pero ¡Hey! Ambas tienen a Brad Pitt matando Nazis, lo cual siempre es bueno.

Cine Barato: Shin Godzilla


 
Dentro de los diversos mundos de ficción a los que nos gusta adentrarnos de vez en cuando, pocos personajes pueden llamarse icónicos y al mismo tiempo increíblemente versátiles; el primer personaje que me viene a la mente con las características ya mencionadas es Batman, pero en un muy cercano segundo lugar se encuentra el rey de los monstruos, Godzilla, quien dependiendo del medio en que se maneje puede ser desde un súper héroe defensor de la tierra hasta una fuerza destructiva de la naturaleza, y aunque ambas interpretaciones son casi opuestas una de la otra, el personaje puede encajar en cualquiera de ellas (o incluso en un lugar intermedio) sin ninguna dificultad. La versatilidad de Godzilla es un recurso que le ayuda a jugar con las expectativas del público, quienes usualmente no sabemos que esperar con cada nueva reinterpretación del personaje, lo cual sigue siendo el caso en Shin Godzilla, película que, aunque debo reconocer que disfrute enormemente, también debo decir que no es para todo el mundo.
En Shin Godzilla veremos el regreso a la pantalla grande del rey de los monstruos. Un extraño e inexplicable fenómeno ambiental en la bahía de Tokio resulta ser solo el preámbulo a una de las crisis más devastadoras a las que se enfrenta Japón, ya que desde las profundidades del mar se levanta una enorme y aterradora criatura que amenaza con destruir por completo al país del sol naciente. Al toparse cara a cara con una crisis nunca antes vista, el gobierno japonés se verá obligado a tomar decisiones cada vez más difíciles para tratar de detener al monstruo.
Un título más adecuado para Shin Godzilla podría ser “Godzilla VS La Burocracia Japonesa”, pero eso no suena ni remotamente atractivo. La película se siente como una respuesta directa a la interpretación norteamericana más reciente de Godzilla, en el sentido en que en la versión norteamericana el personaje principal es un soldado estadounidense y la respuesta en contra de Godzilla es casi inmediatamente velica, mientras que en Shin Godzilla el “protagonista” es prácticamente un funcionario público de alto rango que trata de buscar la mejor solución al desastre que representa Godzilla, desde un nivel social, estructural, incluso económico y ecológico, lo cual puede sonar ridículo, y lo es, pero eso sirve tanto para crear un sentido del humor bastante extraño (pero efectivo) y al mismo tiempo tanto criticar como, de cierto modo, enaltecer al gobierno japonés.
Siguiendo con el excéntrico sentido del humor, gran parte de la película se desarrolla en junta tras junta tras junta de altos funcionarios de gobierno, casi siempre enmarcada con una banda sonora extremadamente épica (casi sacada directamente de la versión original de Evagelion), creando un contraste sumamente ridículo. Para bien o para mal, este tipo de escenas se repiten muchísimo, lo cual convierten al filme en algo cansado y repetitivo, pero me atrevo de decir que ese es precisamente el punto, después de todo, la burocracia es aburrida, exasperante y repetitiva aquí y en China (o en este caso Japón) ¿O no?
Las escenas en las que aparece el mismísimo Godzilla son relativamente escasas, lo cual siempre es una decepción PERO (y este es un GRAN “pero”) cada una de ellas es verdaderamente gloriosa. Aquí vemos todo lo que ha hecho famoso a Godzilla desde hace más de 50 años de trayectoria, con una combinación de diversos efectos visuales, desde marionetas, uso de miniaturas, los propios trajes de cuerpo entero de Godzilla e incluso un dosis de efectos por computadora, tristemente estos últimos son los peor logrados y en ocasiones contrastan horriblemente con el resto de los efectos especiales. Aun con sus fallas, cada que Godzilla domina la pantalla es una explosión de emoción ´para el espectador, de hecho debo confesar que durante estas escenas tuve que usar toda mi fuerza de voluntad para no pararme y gritar emocionado, evitando estar saltando y agitando los brazos con una estúpida sonrisa de oreja a oreja, cual niño de cinco años que ha comido mucha más azúcar de la que debería.
Shin Godzilla es un punto intermedio entre las interpretaciones anteriores del personaje, ya que aunque cuneta con un sentido del humor muy particular, también refleja su faceta más seria como una analogía de la destrucción sufrida por Japón a causa de la segunda guerra mundial (algo que la película dice explícitamente en determinado momento). Debo aceptar que si fuera un niño viendo Shin Godzilla, encontraría al filme extraordinariamente tedioso, pero el “aburrimiento” provocado valdría completamente la pena con tal de experimentar las grandiosas escenas en las que aparece Godzilla. Si buscan una película llena de acción, definitivamente Shin Godzilla no es para ustedes, pero si son fans del personaje, Shin Godzilla es una moderada muestra de lo que ha vuelto famosos a Godzilla alrededor del mundo a lo largo de tantos años.

Shin Godzilla: 3/5. Buena.
 
 
 
 
 
 
Mejor que: Godzilla (1998), Godzilla (2014).
No tan buena como: Godzilla (1954), Godzilla Final Wars (2004). Esta última es la que tienen que ver si lo que quieren es una película de acción de Godzilla increíblemente tonta pero extraordinariamente divertida.

viernes, 20 de enero de 2017

Cine Barato: La Reencarnación


 
Ser ambicioso no tiene absolutamente nada de malo, de hecho podría argumentarse que una visión ambiciosa a la hora de llevar una historia al cine es un elemento, si no estrictamente necesario, definitivamente ayuda a darnos un producto final interesante. Aun con lo anterior, es importante tener en cuenta las propias limitaciones de una producción, ya sea limitaciones económicas o meramente creativas. Para decirlo de manera menos altanera y mucho más sencilla, como dicen en mí rancho: “El que mucho abarca poco aprieta”, el cual es el caso de La Reencarnación, una película que quiere hacer mucho más de lo que sus limitados recursos le permiten.
En La Reencarnación veremos la lucha entre un joven “exorcista” y una misteriosa fuerza sobrenatural. El doctor Seth Ember (Aaron Eckhart) es un “científico” a dedicado su vida al estudio de fuerzas sobrenaturales, específicamente con la intención de encontrar y destruir a cierta entidad con la que parece tener una conexión. Cuando un niño empieza a comportarse de manera muy extraña, Seth se da cuenta de que el chico esta poseído por el demonio que ha buscado durante años. Ahora el doctor Ember emprenderá una lucha por el alma del niño poseído y al mismo tiempo buscara vengarse del demonio que ha arruinado su vida años atrás.
Creo que ya le he mencionado en el pasado, pero nunca está de más reafirmarlo: Sí haz visto una película sobre posesiones demoniacas, entonces ya las has visto prácticamente todas (y si entre ellas ya viste El Exorcista, entonces ya viste la mejor de ellas). La Reencarnación intenta darnos una perspectiva original sobre este subgénero del cine de horror mediante un par de ideas que, desafortunadamente, se desechan rápidamente y hacen que el film se vuelva más “pan con lo mismo”. En primer lugar se trata de manejar el concepto de “posesión diabólica” como una enfermedad física provocada por una entidad parasitaria, con ello tratando de darle un ángulo laico a la situación, pero esa idea es casi instantáneamente desechada por la perspectiva más común de la visión religiosa.
Otro aspecto interesante es que se intenta integrar la manipulación de sueños del poseído, y parte del proceso de “exorcismo” es entrar en los sueños del afectado y luchar con la entidad demoniaca. Sí esto suena a una mala combinación entre Inception (o El Origen, si prefieren traducciones piteras) y El Exorcista, esto se debe a que lo es, pero no se emocionen, ya que la ejecución de este concepto no es tan interesante como podría pensarse. Es aquí donde las limitaciones técnicas y/o financieras son evidentes, ya que luchas con una entidad en sueños (si ignoramos a Freddy Kruger) es algo interesante que invita una serie de situaciones muy creativas, pero eso nunca suceda aquí. La trama trata de justificarlo mediante una excusa que, si bien sirve dentro del concepto de la trama, suena a una disculpa torpe para decir que el presupuesto no alcanzaba para hacer absolutamente nada interesante con el concepto de invadir los sueños.
La Reencarnación trata de darnos una reinterpretación de un concepto que ya se ha gastado hasta el cansancio, pero a mitad del camino parece arrepentirse de su decisión y se repliega a un camino mucho más conocido. Dicen que toda comparación es odiosa, así que permítanme ser lo más odioso posible al decir que, excluyendo el mal manejado concepto de los sueños, ya existe una película que hace todo lo que La Reencarnación intenta hacer, se llama Poseídos, protagonizada por Denzel Washington, que aunque tampoco se trata de una joya del cine, es mil veces más entretenida e interesante. La Reencarnación no llega a ser ofensiva o incompetente, pero no deja de ser más de lo mismo y no creo que nadie vuelva a recordar el filme después de haberlo visto.

La Reencarnación: 1/5. Mala.
 
 
 
 
 
 
 
Mejor que: Presencia Siniestra (2016).
No tan buena como: Poseídos (1998).

jueves, 12 de enero de 2017

Cine Barato: Monster Trucks


 
El éxito alcanzado por la serie de películas de Transformers ha sido bastante contraproducente en los últimos años, no para aquellos detrás del proyecto, después de todo no importa que tan malas sean las películas, siempre logran ser un gran éxito en taquilla; a lo que me refiero es que esa franquicia le enseño a Hollywood que el modelo de convertir una película en un obtuso y descarado comercial de juguetes de dos horas es una práctica monetariamente redituable. La misma Hasbro ha intentado reproducir este fenómeno más de una vez, fracasando en cada intento, pero aparentemente esta compañía de juguetes no cuenta con un monopolio de pésimas películas cuya única función es vendernos un producto, en esta ocasión es turno de Nickelodeon y Monster Trucks, cuyo primer y único logro es colarse como la primer película del año que cae en mi lista de lo peor para el 2017.
En Monster Trucks veremos las aventuras de un “joven” y su “tierno” e “inusual” amigo. Tripp Coley (Lucas Till) es un “chico” que vive tranquilamente en un pequeño pueblo. La vida de Tripp dará un vuelco inesperado cuando se topa con una extraña criatura que busca refugio en una destartalada camioneta, a quien afectivamente decide llamar “Creech”. Ahora Tripp deberá ayudar a su nuevo amigo a volver son su familia y de paso exponer las malvadas prácticas de una compañía petrolera que amenaza con destruir el habitad natural de Creech.
Terminemos esto rápido: Monster Trucks es E.T. si el extraterrestre de E. T. fuera el motor de una camioneta. Esa idea es tan estúpida como suena pero es la única manera de describir esta película. Por lo menos tengo que darle crédito a la producción, ya que no pierde el tiempo en presentarnos su trillada historia, la cual sabemos exactamente cómo va a terminar después de los primeros cinco minutos de haber iniciado.
Sé que la cinta está enfocada a los niños quienes pasaran por alto las muchas, MUCHAS fallas del filme, pero como supuesto adulto presuntamente funcional que soy, yo no puedo darme ese lujo. Los personajes son genéricos en el mejor de lo casos y odiosos en el peor, como el propio Tripp, un wey de más de veinte años que pretende ser un alumno de preparatoria, que supuestamente es un genio en la mecánica, y que a pesar de trabajar en un basurero (literalmente)  reparando carros viejos, siempre luce tan limpio y peinado como un chico de portada para alguna revista de chicas adolescentes, lo cual, aparentemente, le da derecho a ser un engreído y prepotente ser humano con toda persona con la que se topa, cosa que se debe aceptar sin alzar ningún tipo de queja o  pregunta por el simple hecho de que es el protagonista de la historia.
A favor de la cinta debo decir que sus efectos especiales, aunque no son espectaculares, si son bastante decentes, sobre todo con las interacciones de “Creech” y su entorno, lástima que el diseño de la creatura sea tan genérico y aburrido, siendo una simple masa amorfa con algunos tentáculos y grandes ojos de cachorrito.
Regresando a mi comparación inicial por un momento, E. T. marco un estándar en el cine, más específicamente si hablamos de películas familiares, no por nada se considera un clásico. La diferencia es que E. T. estaba más interesada en darnos una buena historia en lugar de vendernos juguetes (lo cual eventualmente sucedió de todos modos, pero esa es una discusión para otro momento). Monster Trucks hace el mínimo esfuerzo posible para darnos un guion que semeja una historia pero que no se trata más que de personajes y situaciones que hemos visto un millón de veces y que probablemente volvamos a ver un millón de veces más, agregando absolutamente nada a la fórmula de “el niño y su mascota mágica”. Tal vez la película cumpla el propósito de mantener el interés de un niño pequeño por unos cuantos minutos pero no deja de ser una pérdida de tiempo para todo aquel espectador que tenga más de 5 años de edad.

Monster Trucks: 1/5. Mala.
 
 
 
 
 
 
 
 
Mejor que: Mac y Yo (1988)
No tan buena como: Mi Amigo el Dragón (2016), El Buen Amigo Gigante (2016) No es que estas películas sean una jota del cine, pero siguen siendo mejores que Monster Trucks en todo sentido.

martes, 10 de enero de 2017

Cine Barato: Assesin´s Creed


 
Para alguien con poco o nulo conocimiento del medio, el hecho de decir que un videojuego es capaz de contar una excelente historia puede sonar risible, más aun si dentro de esta ecuación se incluyen las adaptaciones de estas historias al cine, las cuales, seamos dolorosamente honestos, nunca han sido buenas (con una que otra excepción). Desde mi perspectiva como fan tanto del cine como de los videojuegos, me atrevería a decir que ambos medios usualmente se mezclan tan bien entre sí como el agua y el aceite. Es precisamente mi fanatismo el que me hace tener esperanza, preparándome para que la siguiente adaptación de un videojuego llevado a la pantalla grande sea finalmente la que rompa con el estigma que arrastran este tipo de proyectos. Assesin´s Creed NO es esa película.
En Assesin´s Creed seremos testigos de una milenaria lucha entre dos sociedades secretas. Callum Lynch (Michael Fassbender) es un convicto sentenciado a la pena de muerte. Al llegar el día de su ejecución, Lynch se da cuenta de que una poderosa y misteriosa corporación se ha dado a la tarea de fingir su muerte y así encerrarlo en un laboratorio secreto. Dentro del laboratorio, Lynch es sometido a varias pruebas que, de ser exitosas, revelaran tanto los secretos de sus antepasados así como la ubicación de un artefacto místico que parece ser la clave para subyugar el libre albedrio humano.
Si la trama suena a algo completamente descabellado eso se debe a que lo es, pero al menos hay que reconocer que se trata de una historia entretenida y relativamente original, lamentablemente la forma en que se nos presenta la trama deja bastante que desear. Se podría decir que la película nos cuenta dos historias diferentes, con varios elementos que las unen pero que al final se sienten completamente ajenas una de la otra. Por un lado tenemos el elemento de ciencia ficción que, aunque creativo, se presenta de una manera extraordinariamente repetitiva y aburrida; por otro lado tenemos la historia del antepasado del protagonista, que se desarrolla durante la inquisición española y que es donde prácticamente todas las escenas de acción se desarrollan, desafortunadamente, a pesar de que la acción es verdaderamente entretenida y emocionante, la película tiene el mal hábito de cortar estas escenas de fantasía histórica y regresarnos al estéril y aburrido mundo de ciencia ficción .
El guion parece creer que el hecho de darle un pasado trágico a un personaje es suficiente para hacerlo interesante, pero por lo menos aquí no es el caso. Lynch es tan interesante y carismático como una hoja de papel en blanco, y a pesar de que gran parte del filme se enfoca a este personaje, la cinta no logra darnos ninguna característica interesante sobre él,  fuera de que, en teoría, cuanta con los recuerdos de sus antepasados que son miembros de una secta milenaria. Curiosamente el personaje interpretado por Marion Cotillard, a pesar de ser un personaje secundario, recibe mucho más desarrollo, dándonos un personaje mucho más interesante que eclipsa en todo momento al supuesto protagonista de la historia.
Assesin´s Creed cae en los mismos vicios que muchas otras películas cometen con demasiada frecuencia: el filme está mucho más interesada en convertirse en una franquicia que en contarnos una historia entretenida, innovadora y coherente. No me atrevería a decir que la película es mala todo el tiempo, como ya dije las escenas de acción son bastante rescatables y fácilmente conforman un 20% de la cinta, lamentablemente el otro 80% es tan entretenido como una visita al dentista. Lo más triste del caso es que la película tiene los elementos necesarios para contarnos una historia verdaderamente épica, lamentablemente su aparente déficit de atención le hace perder el enfoque con demasiada frecuencia y nos da como resultado una cinta que en muchas ocasiones no tiene ni pies ni cabeza. Estoy seguro de que los fans del videojuego podrán ver muchos más detalles relevantes sobre los personajes y su historia, pero esto termina excluyendo a todos aquellos que no tenemos mucho interés que digamos en el material original, lo cual es la verdadera tragedia aquí. Assesin´s Creed (la película) bien podría haber sido el punto de entrada para un público más amplio, creando así muchos espectadores potenciales interesados en la franquicia dentro y fuera de la pantalla grande, lamentablemente el filme solo apela al gusto de aquellos que ya se encuentran inmersos en la franquicia. Assesin´s Creed definitivamente es una película hecha por fans y para fans, pero si no se pertenece a este exclusivo grupo, la cinta resulta bastante mediocre.

Assesin´s Creed: 2/5. Meh.
 
 
 
 
 
 
 
 
Mejor que: Warcraft (2016)
No tan buena como: El Principe de Persia (2010)

Cine Barato: Bailarina


 
El azul es color de los niños y el rosa de las niñas, además los niños juegan con carritos y las niñas con muñecas, estas son idea que se tomaban como un absoluto y que afortunadamente han cambiado gradualmente con el paso del tiempo, pero a riesgo de sonar como la persona anticuada y retrograda que soy ¿Qué hay de aquellos niños que genuinamente prefieren este tipo de “estereotipos”? ¿Qué hay de las niñas que verdadero sueñan con ser princesas estilo Disney? Bailarina es ese tipo de película para niñas que sueñan con ser bailarinas de ballet, pero eso no significa que sea una cinta anticuada o en favor de conceptos caducos, si acaso el filme nos dice lo que los Simpsons nos enseñó hace tiempo: El ballet NO es parra marriquitas.
En Bailarina veremos el camino que recorre una niña por cumplir su sueño de… uh… pues ser bailarina. Félicie es una niña huérfana que siempre ha tenido una pasión por la danza.  Al escapar del orfanato junto con su amigo Víctor, Félicie tendrá la oportunidad de entrar a la academia de ballet más prestigiosa de Francia y así volver realidad su sueño de ser bailarina.
La animación que vemos en Bailarina es un poco difícil de clasificar. Por un lado los diseños de los personajes son bastante genéricos y, como suele ser en algunas películas de animación por computadora, lucen una apariencia muy “plástica” (por llamarla de alguna manera), semejando más a muñecos que a personas, sin embargo estos detalles se ven compensados por una muy fluida animación que se encarga de representar toda la gracia y estética del ballet.
La trama es tan predecible como cualquier otra película infantil con la moraleja de “sigue tus sueños” pero lo que más me agradó es que no se limita a dar el mensaje de pedirle un deseo a una estrella. Bailarina nos dice que debemos de seguir nuestros sueños pero que ese camino no solo implica pasión, sino también mucho, mucho esfuerzo y dedicación. Puede sonar risible pero el hecho de que la protagonista sea entrenada de una manera similar a Daniel-san de Karate Kit (en ballet, no en golpear gente, solo para dejar eso claro) de manera poco ortodoxa, me pareció un detalle bastante divertido e inesperado.
Lamentablemente la historia tiene tantos huecos que resulta imposible mencionarlos todos, basta decir que el filme introduce muchísimos elementos innecesarios que solo sirven para alargar la duración de la cinta y que, si se excluyeran de la película, no se perdería absolutamente nada de la historia principal. Solo por nombrar un ejemplo, el personaje secundario Víctor está diseñado para ser gracioso y carismático, lo cual tal vez logre ser ante los ojos de un público infantil, pero para mí el personaje fue tan entrañable y simpático como Jar Jar Binks y, como acabo de decir, en realidad el personaje no aporta nada a la trama.
Me siento bástate mal al decirlo, ya que es visible que la producción ha puesto un gran empeño en darnos una buena película infantil, pero en realidad el producto final no es nada del otro mundo. No me malentiendan, no creo que la película sea mala o que se limite a ser entretenimiento barato enfocado al público infantil, lo que digo (a riesgo de sonar como el cerdo machista que soy) es que su enfoque es muy específico: Niñas pequeñas que sueñan con ser bailarinas de ballet, lamentablemente aquí no hay nada que pueda llamar la atención de quienes se encuentran fuera de ese muy, muy específico grupo. Bailarina, a pesar de su gran esfuerzo, es una película que pasara rápidamente al olvido.

Bailarina: 2/5. Meh.
 
 
 
 
 
 
 
 
Mejor que: Las Locuras de Robinson Crusoe (2016)
No tan buena como: El Principito (2015)